Versus

El Versus: La Batalla

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Junio 2017

A las 21:37 horas del jueves 22 de junio del 2017 sonaron las primeras “notas de guerra” en la Arena, Ciudad de México. Junto a las pantallas gigantes, la expectativa se encendió.

Las imágenes fueron reveladoras. Eran ellas, ellas que en tonos grises aparentaban confundirse entre sí ante la mirada de los espectadores, pero nunca ante el corazón de sus fanáticos. Nosotros en “guardia”, atentos y de pie, esperamos la señal.

Entre aplausos y gritos eufóricos, Alejandra Guzmán y Gloria Trevi aparecían lentamente en la superficie del escenario, como si hubieran resurgido de un inimaginable lugar, para saldar una deuda pendiente.

Sin mirarse a los ojos, cada una mantenía su posición: Alejandra Guzmán de perfil, completamente erguida y con cierto aire de indiferencia ante su rival. Gloria Trevi, frente al público.

Permanecieron estáticas hasta que la voz de La Guzmán provocó el estruendo ante más de diez mil espectadores. Juntas, llenas de energía iniciaron el encuentro con “Más buena”. La imposibilidad de los 90´s era una realidad, el tiempo nos hizo ser testigos de cómo ambas artistas mostraban sutilmente su respectiva estrategia y con ella, sus letales armas.

La canción finalizó con unas de las escenas, creo yo, más recordadas del Versus: Alejandra Guzmán y Gloria Trevi con movimientos evidentemente retadores y mirada desafiante estaban frente a frente.

¡La batalla comenzaba! Serían “4 rounds”, una especie de “lance” y una sola “vencedora”.

Primer Round

Alejandra dio el primer paso de la verdadera contienda. Con nuevos arreglos y perfectos pasos de baile, advirtió sobre quién era ella con “Hey Güera”. Gloria Trevi se defendió con la “Papa sin Catsup”.

Segundo Round

Con cierta autoridad, La Guzmán volvió al escenario con “Mala Hierba”. En la pantalla gigante, un enorme ojo la seguía con cautelosa atención, un ojo que al igual que nuestros corazones, explotaba con su voz.

Continuó con “Mírala, Míralo”, “Loca” y “Quítatelo”. Y entre su indiscutible sensualidad y agresión, la sensibilidad y gratitud envolvieron “Día de Suerte” para después retornar a la intensidad de “Un grito en la Noche” y “Lipstick”. Alejandra enunciando sólo un poco de su poder, abandonó el escenario para dar tiempo a su “eterna” rival.

Era el turno de Gloria Trevi. Con llamativo vestuario, la cantante interpretó el “cover” de los 80´s “Gloria”; canción que inmediatamente provocó el aplauso del público. Continuó con “Vestida de Azúcar” y una combinación de “Me río de ti”, “Psicofonía”, “Pruébamelo y “En medio de la Tempestad”. La producción de Gloria Trevi era notoria. En las pantallas gigantes aparecían las historias de cada una de las canciones y ella, Trevi, con llamativas coreografías, desplazamientos en el escenario y gran energía, bailó recordándonos su inconfundible esencia.

Para finalizar su intervención, entonó “El Favor de la Soledad” y poco después el segundero marcó el inicio de “Cinco Minutos”.

Tercer Round

Para el Tercer Round los espectadores estaban vueltos locos, pero nosotros, los fans, no parábamos de gritar, de aplaudir, de amar a nuestra respectiva artista.

Alejandra Guzmán volvió. El corazón en pantallas gigantes definitivamente se enredaba al nuestro: latía por ella. Con faldas, crinolinas y ese estilo que reunía a la Alejandra de los 90´s, con la Alejandra de hoy, La Guzmán interpretó las canciones que la han hecho grande.

“Reina de Corazones”, “Ángeles Caídos”, “Rosas Rojas”, “Volverte a Amar”, “Hacer el Amor con Otro”, “Luz de Luna”, “Verano Peligroso” y “La Plaga” marcaron los capítulos de una historia de la que tal vez, sus fans, ya no podremos escapar.

Alejandra Guzmán sabía ser única en el escenario y lo demostraba. Su sola presencia bastaba. Ella no requería de vestuarios estrafalarios, de conocidísimos “convers” ni de gran producción. Era ella, con su voz, sus movimientos, su interpretación, su elegancia, era simplemente ella la que nos mostraba por qué somos capaces de amarla tanto y de tal forma. Aún no terminábamos de admirarla cuando llegó el momento de Gloria Trevi. Anunciada con un “cover”, una vez más evocando su nombre; cantó “Pelo Suelto”, “Tu Ángel de la Guarda”,” Agárrate”, “Zapatos Viejos”, “A la Madre”, “Chica Embarazada”, “El Último Beso”, “¿Qué voy a hacer sin él?” y “Dr. Psiquiatra”.

Lance

Y así empezó la “muerte súbita”. Imágenes al frente del escenario proyectaban a ambas artistas, aunque yo solo podía ver a La Guzmán.

Como siempre, Alejandra puso el ejemplo. “Mi peor error” se escuchó y vestida de largo, pisó el escenario con la arrogancia de siempre. Gloria respondió con el “Recuento de los daños”. Continuó “Llama por favor” y “Con los ojos cerradas”, “Yo te esperaba” y “Mañana”. Ambas artistas defendían sus éxitos como verdaderas guerreras, hasta que, en voz de La Guzmán, se escuchó “Tú me hiciste sentir que no valía…” Alejandra interpretaba “Todos me miran”. Gloria siguió el ejemplo con una canción que más que un éxito, me parece un himno en la historia de La Guzmán. ¡Qué difícil me fue escuchar Eternamente Bella en una voz tan distinta!

El Versus terminó con “Cuando un hombre te enamora”. Alejandra Guzmán y Gloria Trevi volvieron a su posición inicial. Se despidieron del público y poco a poco descendieron de escenario hasta que nuestras miradas ya no pudieron seguirlas.

Resultado Final

La batalla había terminado. Se ha escrito, se ha dicho tanto sobre el “enfrentamiento” que termina pareciéndome imposible decir algo más. Quizá sólo puedo decirlo, escribirlo una o mil veces más: ¡A mí me parece que La Guzmán abajo o arriba de un escenario es grande, inmensa, verdaderamente auténtica e indiscutiblemente valiente! Desde siempre lo supe: ¡Nadie podrá vencerla! Sus pasos de baile, la potencia de su voz, su hipnótico encanto es suficiente para pensar que su esencia no es de este mundo. Yo habría apostado mi vida asegurando que nadie podría ni siquiera lastimarla, y aun así, irónicamente, me afligía, me afligía verla en un escenario compartido. ¿Para qué?

Sin embargo… La vi. La vi y volví a amarla. La vi con la tranquilidad de quien confía en su poderío. La vi cantando y bailando como nadie, la vi sin engaños ni distractores, la vi incitando a la batalla para luego ser indiferente ante la lucha y concentrase solo en su propia magia.

¡Alejandra Guzmán es eterna y está demostrado: Cuando la “Reina de Corazones” pisa un escenario, incluso la gloria es nada!

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